domingo, 3 de febrero de 2013




MARCELINO MAGALLANES CHUMPITAZ

Nació  en Bellavista Callao el 18 de enero del 1971, realizó sus estudios primarios en E.P.N°4010 y en C.N. Nuestra Señora de Belén, sus  estudios secundarios en el C.N. Mariscal Ramón Castilla Marquesado,

Sus estudios superiores los realizó  en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, graduándose de Licenciado en Educación; obtuvo su grado de Magister en Educación Matemática y es egresado de doctorado en Ciencias de la Educación en la UNE “La Cantuta”.

Obtuvo el nombramiento en el Concurso Nacional de profesores  en noviembre 1997, ocupando el primer puesto entre los profesores de Matemática de la Región Callao, esto le permitió laborar como docente en el Colegio Antonio Raymondi del distrito de Ventanilla.

Vivió en la zona agrícola de Oquendo Callao durante 28 años, lo que lo llevó a identificarse con la naturaleza: plantas y aves silvestres del lugar, así como la siembra, el cultivo y la cosecha de la diversidad de plantas. También fue pescador artesanal durante su adolescencia y parte de su juventud. Actualmente escribe cuentos, recreando hechos reales ocurridos en la década del 70 hacia adelante; debido a que progresivamente la flora y fauna es reemplazado por un inmenso bosque de ladrillo y cemento, como consecuencia de juicios injustos sufridos por los agricultores posesionarios de la reforma agraria.

Publicaciones realizadas:

ü  Apuntes Pedagógicos N°3,  Material  Educativo en Matemática, pág.5   Nov. 2006.

ü  Apuntes Pedagógicos N°4,  Influencia de los hábitos de estudio en el rendimiento académico,   pág. 14, jul. 2009.

ü  Pecho Rojo y la búsqueda de un nuevo hogar.

ü  Pecho Rojo y la defensa de los humedales.

ü  Nada de burro.

ü  El Sorgo.

ü  El Chinchorrito

ü  Avifauna I: Humedales de Ventanilla (video).

ü  Transparencias y fracciones (video).

ü  Avifauna II: Humedales de Ventanilla (video).

Otros videos publicados:

El año 2008 inicio la publicación de 15 videos en You Tube, señalando el problema del tráfico de tierras y los atentados contra el patrimonio cultural y ecológico en la Región Callao.

martes, 27 de marzo de 2012

EL SORGO




PROLOGO

En esta oportunidad Marcelino nos entrega un  cuento que lleva por  título EL SORGO, crea un mundo muy singular, donde los protagonistas son una familia con una cultura productiva y de carácter colectivo, que relata con un lenguaje muy fluido de un perfil  narrativo realista, que nos hace evocar a dos grandes escritores peruanos: Arguedas y Valdelomar; en este último, El Caballero Carmelo, donde predomina la ternura de la familia relacionado a la crianza de animales y mascota favorita el gallo justiciero y caballeroso. Marcelino evoca a través de este cuento, la ternura familiar de su infancia que recuerda con mucha nostalgia que en algún momento de su vida tuvo que interrumpir bruscamente ese ritmo natural para dedicarse a una actividad que lamentablemente es como una antítesis o antípoda a la  anterior. Por sí solo en este cuento: El Sorgo, expresa una realidad latente en nuestro país, la separación abismal o el divorcio total entre la formación profesional universitaria y la actividad productiva; así como decía Mariátegui, “La enseñanza y la actividad productiva (economía) son dos caras de una misma moneda”.

Es destacable la figura femenina como protagonista de este cuento, representada en Teo, “una madre coraje” que encarna la tenacidad y persistencia por sacar adelante a su familia, relacionada siempre a la actividad agrícola, como la única fuente de subsistencia que les puede llevar incluso a la prosperidad. La condición única es la persistencia y lucha diaria por cuidar la producción del sorbo, desde la siembra hasta la cosecha; primero la lucha por conseguir el líquido elemento para el riego, luego contra las plagas que atacan las plantas, después con las aves que invaden la chacra para devastar el grano de sorbo. El autor pretende darnos una visión irónica de la vida con un lenguaje muy preciso que cala hondo en el alma del lector, ante todo de los niños y jóvenes que hallarán en este texto la sabiduría profunda de una actividad productiva agrícola, muy poco conocida y valorada.

Marcelino, desde su experiencia pedagógica en el aula, viene incursionando en el campo de la literatura, a través de esta actividad suprema de la palabra artísticamente trabajada. También conocedor de la problemática magisterial desde la Región Callao, viene asumiendo un rol activo dentro de la perspectiva gremial, con una visión nueva y distinta, buscando siempre un cambio de la realidad actual.

Es una lectura fundamental en niños y adolescentes de edad escolar, ante todo de las zonas urbanas que no tienen la mínima noción de cómo se obtiene un producto de consumo diario; con esto se corrobora la frase: “Los niños saben comer yuca, pero no saben cómo se cultiva”.

 En esto cuento encontramos, un alto valor pedagógico,  que permite inculcar en los niños por medio de imágenes, las actitudes laboriosas de los personajes, la colaboración mutua y la gratitud  que provocan  una experiencia apropiada  para activar la voluntad y sentimiento nobles en los lectores.

                                 

Victor Arana Gonzales

EL CHINCHORRITO



PROLOGO


El mar es como la vida, con todo tipo y tamaño de olas por correr, y los pescadores, como nosotros, vierten su energía impostergable en ella. Permítanme inferir a partir de esta importante producción, que sea mar con penumbra o mar con luz, conviviríamos mejor si construyésemos un Chinchorrito.

“El Chinchorrito” demuestra las paradójicas coexistencias de nuestra sociedad: individualismo y trabajo en equipo, valores y antivalores, fantasia y realidad, indiferencia y sensibilidad. Todo ello, vestido de impredecibles aventuras tejidas en nuestro entorno regional.

Pachín, Filo, Toy, Loquillo, Chinchano, Chileno, Rodo, la madre y nuestro   narrador protagonista simbolizarían aquel imprescindible equipo que necesitamos para superar la adversidad en nombre del progreso, sin oportunismos, como real unidad para proteger la vida humana, a partir de la defensa de nuestra inefable y divina naturaleza.

El oportunismo, individualismo e hipocresía está reflejado en la actitud de los policías, al querer aprovecharse de su autoridad, pero nuestro autor demuestra en este hermoso relato - también como posibilidad en nuestra realidad - que la cultura colectiva puede convertir aquella actitud en telaraña. Esta cultura hizo posible la existencia de “el chinchorrito”, pese a las limitaciones económicas para igualar al Zapatito.

Las sirenas, en este relato, dibujan en el pensamiento de nuestro protagonista, una tristísima luz, un oasis en su pálida existencia. Estas sirenas al salvarlo en lugar de atraparlo y hundirlo en el gris misterio, parecen ser de otro reino, con otra esencia; estas beldades intervienen como ángeles de “El Chinchorrito”.

Esta creación permite acercar a nuestros estudiantes a su entorno social inmediato de una manera automotivadora, sin generar presión u hostilidad. Es deber fomentar la lectura de este tipo de textos para reconstruir y revalorar la cultura colectiva en nuestra región.

Leer este cuento de lenguaje sencillo y dinámico, pero abordando un tema trascendente en nuestro contexto, es una oportunidad para interiorizar en nuestros alumnos la sensibilidad ecológica y despertar en ellos la actitud crítica ante peligrosos dilemas que el propio hombre plantea frente a la naturaleza.

Marcelino une sus días vividos en la zona agrícola de Oquendo Callao, a la experiencia docente y la sensibilidad social para trasportarnos a este relato que nuestras frescas generaciones deben disfrutar. Hagamos eco de esta invitación.


EMPERATRIZ DINA JANAMPA ALLCCARIMA

Licenciada en Educación

Directora del Centro Cultural PACHAART

viernes, 21 de octubre de 2011

PECHO ROJO Y LA BUSQUEDA DE UN NUEVO HOGAR


Prólogo

             En pleno siglo XXI; paradójicamente y en antagonía con los avances de la ciencia y la tecnología;, el hombre viene consumando la destrucción del Mundo. Todos somos testigos impasibles de la más grande destrucción del Planeta, día a día, asistimos a ese espectáculo inconsciente y en muchas ocasiones somos partícipes de esa insana destrucción.

            Muchos ya dieron la iniciativa, ya tomaron conciencia y ya abrieron el camino de esta dura batalla; es largo el  recorrido y numerosos los inconvenientes  para “Salvar lo que nos queda del hogar”  Ese lugar donde habitarán nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos. Hay bastante labor por emprender y cuidar lo poco que nos queda.

            Hace aproximadamente una década conocí a mi amigo y compañero de trabajo el Profesor Marcelino Magallanes Chumpitaz, matemático de profesión y muy hábil con el manejo de los números y para variar también no le hace nada falta esa pizca de humor que para motivar sus clases se gasta unos minutos de narrador humorista con sus alumnos a quienes les hace mucha gracia, esta didáctica numeral.

Ahora nos sorprende con este relato, mostrándonos otra faceta de escritor. Es que Marcelino es,  como siempre lo ha demostrado;  ser un emprendedor; en  proyecto que se embarca; él lo tiene que llevar a buen  término y es que ya hace algunos años el venía mostrando interés por esa pasión de la narración; teniendo como referencia la motivación y habilidad de nuestros alumnos empeñados para participar en diferentes competencias narrativas que le llamó la atención  e hizo realidad su sueño, con mucha creatividad e ingenio y rescatando lo valioso de nuestro legado cultural así como la preservación y cuidado del medio ambiente en  nuestra región. Este cuento ha caído justo para llenar el vacío de la carencia de  Literatura Regional relacionada con la Ecología y Medio Ambiente y la Conservación de nuestro Patrimonio Cultural en el Callao. (O si es que la hay no es muy difundida).

            En el cuento el autor hace uso de un lenguaje sencillo y fácil de entender con el uso de reegionalismos propios del lugar en cuanto al lenguaje coloquial y popular, de la misma forma en las denominaciones de las especies que constituyen la fauna y la flora de la zona, sumamente educativa e ilustrativa, para que los alumnos puedan conocer esta riqueza eco-cultural de la Región.
            En “Pecho Rojo y la Búsqueda de un nuevo hogar”, Marcelino desde su percepción del mundo de las aves, nos narra las peripecias de esta ave al que denomina Pecho Rojo,  que es un pequeño personaje de la especie Turtupilín, protagonista del relato y que acompañado de otros personajes recrean la historia desarrollada en la zona de la Hacienda Oquendo, en el Palacio de Chuquitanta y finalmente en los Humedales de Ventanilla.

            La estructura del relato está diseñado en tres partes: 1. Pecho Rojo en Oquendo. 2.  Pecho Rojo en  Chuquitanta. y 3. Pecho Rojo en los Humedales de Ventanilla.

            En la Primera parte nos refiere el habitad de Pecho Rojo, un lugar paradisiaco lleno de plantas, árboles frutales, muchas aves compañeras, bastante alimento (insectos)  y otras especies de la fauna y flora del lugar;  además agua en abundancia; tenían el lugar maravilloso que hacían su vida placentera y feliz,  que de pronto este lugar se ve convulsionado por una serie de acontecimientos que lo obligan a huir. El Hombre ambicioso que va destruyendo todo a su paso, esta vez incursionó esta zona, (Los traficantes de tierras, acompañados de policías y matones), para despojar a los agricultores de sus tierras, con grandes máquinas arrasaron con sembríos, plantas y árboles y en el colmo de la osadía a su paso destruyeron importantes restos arqueológicos (las murallas y cementerio inca, legado de nuestra historia regional) para mercantilizar urbanizando esta propiedad,  ante la pasividad de las autoridades. Una vez más nos muestra que el avance del crecimiento de las ciudades  destruye la Ecología y el Medio Ambiente, en esta zona surgen focos infecciosos de basura contaminante, que van destruyendo la zona.  Pecho Rojo acompañado de su tía Kucha, una vieja lechuza que le da protección deciden emprender vuelo en busca de  un nuevo hogar.

            En la Segunda parte Pecho Rojo acompañada de su tía Kucha, pasan una serie de aventuras  en dirección hacia Chuquitanta, teniendo como referencia al gran río Chillón, que curiosamente en el relato  el autor grafica como una gran serpiente blanca, pero que por la acción del hombre, que ha poblado estas zonas y al arrojar inmensas cantidades de basura ha terminado contaminándola extinguiendo sus especies y poniéndola de color negro. En su camino observan que el lugar también está lleno de casas,  se encuentran con una Tórtola que los ayuda y  les explica que allí también ha cambiado su mundo; que el hombre también ha invadido y contaminado el lugar, y le invoca a que tengan cuidado en su travesía. También se encuentran con unas Garzas, que les indican que se dirigían a los humedales de Ventanilla, al decidir ir hacia allá, ellas las ayudan en su travesía. Las garzas los orientan en un tramo y luego continúan solos, pasando por la Refinería La Pampilla donde tienen que cuidarse de no quemarse en los inmensos tubos de vapor y humo caliente.   

            La Tercera Parte refiere a la llegada  de los personajes a los Humedales de Ventanilla, describiendo como grandes espejos de agua flanqueados por casas y al Oeste el Océano Pacífico. En cuyo lugar todavía se conservan muchas especies: aves, peces, plantas, etc. allí se encontraron con las garzas y otras aves como cigüeñuelas, yanavicus, tórtolas, cuculíes, madrugaderas, huanchacos, tordos. Encontraron a Tormenta que era una gran cuculí que también venía de Oquendo que al verlos los reconoció, Pecho Rojo les preguntó por sus padres, y tormenta les contó que muchas aves habían muerto al beber el agua contaminada del rio negro, otras se habían quedado en el camino, y que las garzas azules habían visto muchas aves muertas debajo de los tubos calientes. Entendió Pecho Rojo que ya no tendría esperanzas de ver a sus padres que posiblemente habían muerto en este tramo. Esta parte culmina con una gran lección de hacer reflexionar al hombre para que no continúe destruyendo la naturaleza; indicándonos a la vez que habrán nuevas aventuras en Defensa de los Humedales.               

            El leer este relato nos envuelve en una apasionante aventura muy bonita e interesante; nos hace vivir momentos de fantasía y reflexión sobre cómo los seres humanos estamos actuando en el mundo. Lectura muy agradable para cualquier edad que se convertiría en uno de los relatos más importantes de la Literatura Infantil Regional por el uso de un lenguaje sencillo del autor y ser un pilar para  la concientización en el Cuidado y Protección del Medio Ambiente; es un material valioso en la educación de los niños, que los ayudará a esclarecer sus ideas sobre la paulatina destrucción del Mundo.  

            Felicito a mi amigo y compañero Marcelino, por esta su primera publicación narrativa, que manifiesta es un justo homenaje que dedica a los agricultores de Oquendo en el Callao que dieron batalla en defensa de sus tierras. Esto también es su contribución a la Defensa de la Ecología y del Medio Ambiente, ejemplo que debemos imitar desde el lugar que nos corresponde.  Y que esto sea el inicio de su producción literaria ya que talento y habilidad tiene de sobra.


JESUS ANIBAL LARA GOICOCHEA
Licenciado en Educación


PECHO ROJO Y LA DEFENSA DE LOS HUMEDALES

P R Ó L O G O

El vertiginoso crecimiento demográfico que viven todas las naciones del mundo hoy en día, ha conllevado a la apropiación de nuevos territorios  explotándolos y transformándolos en áreas destinadas a centros urbanos,  industrias,  agricultura, minería,  etc. Sin embargo, este “desarrollo” muchas veces se da a costa de la destrucción de la naturaleza generando  pérdida de hábitats y un desequilibrio en la flora y fauna como podemos notarlo claramente en Lima antes habitada por una rica y variada flora y fauna. Hoy en día esta destrucción se extiende a sus periferias.
Quién se hubiese imaginado que las zonas ribereñas de Lima y el Callao albergaban hermosos sauces, una variedad de hierbas, plantas y arbustos, además de los extensos pastizales donde la totora, el carrizo, la sacuara, el junco y la caña brava abundaban y servían de protección a zorros, venados, vizcachas, zarigueyas, así como abundantes insectos, culebras de agua, lagartijas, y víboras.
Quién se hubiese imaginado que nuestros  ríos estuvieron alguna vez llenos de camarones y peces,  en cuyas verdes riberas existían árboles frutales como la lúcuma, el guayabo, los pacaes y huarangos que eran las delicias de gran variedad de aves que vivían plácidamente en la zona, desde los comunes picaflores, gorriones y jilgueros, hasta los sofisticados gavilanes, lechuzas y simpáticos turpilines, de los cuales uno de ellos es el protagonista de nuestra historia.
“Pecho Rojo y la búsqueda de un nuevo hogar”  fue el inicio de esta hermosa historia, donde Pecho Rojo, un turtupilin joven,  vive  una travesía al  escapar junto con otras aves de su hogar llamado el fundo Oquendo, tras su violenta invasión, para ir en busca de sus padres  y de un nuevo hogar junto a su amiga lechuza, la tía Kucha, lográndolo finalmente al llegar a los humedales de Ventanilla.
En esta nueva oportunidad presentamos  “Pecho Rojo en defensa de los humedales”  donde nuestro protagonista junto con la inseparable tía Kucha, viven una nueva aventura debido a la codicia y ambición ilimitada de las autoridades en complicidad con los traficantes de tierras que ponen en aprietos una vez más a las diversas aves oriundas de este humedal. Pero esta vez, ellas se organizarán al mando de un cigüeñal llamado Thorak para defender su hábitat a toda costa, cayendo muchos de ellos en el intento.
Obras como ésta deben ser muy valoradas y difundidas ya que asocia el relato breve, artístico y sencillo de personajes imaginarios propios del cuento con la realidad actual, induciendo a la reflexión sobre la importancia del cuidado del medio ambiente y el respeto hacia los animales, objetivo que el autor se esmera por conseguir y consideramos que así lo logrará.

Marcelina Cucche Quispe
Magister en Educación

NADA DE BURRO


P R Ó L O G O


El cuento “Nada de burro” describe Oquendo como un lugar hermoso donde se reflejaba una relación armoniosa entre el hombre y la naturaleza. La historia de Timoteo, el pollino o asno joven y cerril, comprado por Pachín nos evidencia cómo este se adapta a la naturaleza siendo partícipe de las labores agrícolas con Pachín y sus hermanos.
En el cuento se presentan una serie de episodios interesantes donde el autor evoca de una manera muy didáctica la naturaleza ontológica del burrito enfatizando mucho en su serie de habilidades que tiene el pollino para enfrentar una serie de problemas. Por ejemplo, tenemos: la habilidad de Timoteo al pasar una acequia con mucha astucia y precaución, ya que, el narrador, humano por naturaleza, se cayó en dicha acequia. Esto muestra desde ya la disposición de Timoteo para solucionar un problema dado y que de forma equivocada muchos seres humanos piensan que este animalito es necio o mentecato. El zapateo del burro para eliminar las hormigas, el establecimiento de sus horas de trabajo, la adaptación en el manejo del arado, el quitarse la soga del cuello, el escaparse de la muerte son otros aspectos relevantes que debemos resaltar en este ser vivo que busca maneras de compenetrarse con las actividades agrícolas que los seres humanos realizan cotidianamente en el campo.
En cuanto al lenguaje que emplea, considero que utiliza adjetivaciones apropiadas, diálogo fluido y sencillo, uso de vocativos y signos de puntuación  adecuados al contenido.
Como colega valoro su iniciativa, por hacernos reflexionar sobre la necesidad de eliminar algunos prejuicios que como sociedad adolescente  todavía tenemos. Por ejemplo, pensar que se puede cambiar a nuestro país solo con la voluntad y dejando de lado nuestra formación emotiva e intelectual es un gran error o seguir pensando que el Timoteo representa aquel ser necio. La preocupación que tiene el colega por  revalorizar la vida agrícola donde  se trabaje en armonía con la naturaleza también es un aspecto que debo resaltar porque es ahora que necesitamos personas que apuesten por conservar nuestra ecología.
Agradezco al autor por haberme permitido realizar esta pequeña introducción, ya que, me posibilita ser partícipe de aquel grupo de personas que consecuentemente creemos en la inteligencia humana sin fines maquiavélicos, sino con propósitos exclusivamente sociales y naturales.

Gustavo Llatas
Licenciado en Educación